Pronto, prontísimo se cumplen nueve años que me instalé en la casa.
En aquel instante se llevaban mucho las composiciones dignas de constructivismo Ruso, lleno de blanco, negro y colorado, y de este modo es como pinté toda la planta de convidados de la casa.
En un primer instante, la que iba a ser la habitación primordial (la buhardilla) era un completo desastre, con lo que me tocó amoldar una de las habitaciones de «la planta de invitados» como dormitorio primordial-temporal.
Arrastrábamos unos muebles del precedente piso y parecían estar hechos a la medida con esta estancia: una cama y dos mesas de escritorio, que por ancho encajaban.
El tema de la pintura lo tuvimos clarísimo: colorado y blanco, con decoración en negro.
Y de este modo es como ha estado desde ese momento la «puti-habitación», digna de local de lucecitas.
Así es como estuvo hasta la semana pasada, cuando en un arranque decidí deshacerme de esta habitación tan… puti y buscar encajarla en la decoración del resto de la planta, donde reina el color piedra y el blanco.
Os dejo acá enlazadas las otras estancias de dicha planta:
Faltaría agregar acá el vestidor y el baño, mas no son dignísimos de enseñar… por el momento.
La cuestión, es que si has ido viendo los artículo vas a ver que me he cargado toda esa estética años 200o y únicamente quedaba la puti-habitación, a la que me unía un fuerte vínculo sensible que me hacía preservarla. Te podría contar que un soltero con una puti-habitación da mucho juego a fin de que tus amigos te hagan regalos de lo más variados, mas por temor a que me cierren el weblog lo sostendré en secreto.
El otro día, ordenando el vestidor de invierno (sí, ya os digo que esta casa da para mucho) encontré con unos botes de pintura UltraResist, de Bruguer, esa que resiste todo género de máculas y cubre excelente, y pensé: ¿por qué razón no cargarme el colorado de las paredes de la puti-habitación?
Además, en tanto que me había dado por ordenar asimismo hice lo mismo con el sótano, donde almaceno aerosoles, adhesivos, brochas…. vamos, que lo tenía todo para agredir sin temor!
Me pasó una idea por la cabeza… si tengo tanto spray… por qué razón no pintar asimismo esas feas ventanas de color dorado?
Al ataquéee!!!
Empecé retirando las hojas y resguardando con papel la parte externa. Son ventanas interiores y no deseaba completar de pintura el despacho y el corredor que es donde dan.
También las limpié a fondo, aspirando las rehendijas y frotando un paño con alcohol de 96º.
Soy adepto al spray EVO blanco Mate de Novasol. Es tan versátil que lo vi conveniente para este caso, además de esto me expuse y no puse imprimación.
Un truco buenísimo y que utilizo continuamente cuando pinto con aerosol es disparar una primera capa de lejos, y de forma uniforme, lo que crea una suerte de punteado-granulado que sirve a fin de que el resto de la pintura agarre mejor y sin precisar imprimar. Siempre y en toda circunstancia me ha funcionado.
Lo bueno de esta gama de aerosol es que seca en minutos, y si lo haces como he descrito ya antes en segundos.
Y como vas a ver, no me preocupé de resguardar cerca de los marcos , en tanto que exactamente esas paredes las quiero de color blanco.
Y te haré un spolier del resultado final, mas de este modo es como quedaron ya con las paredes pintadas.
Pintar las hojas mas fue sencillísimo. Sencillamente cubrí los cristales con papeles y cinta de carrocero y los sprayé siguiendo exactamente la misma técnica que para el marco: una capa finita para crear agarre y múltiples más espléndidas para cubrir sin llegar a hacer goterones.
Vale, ya tenía las ventanas y me animé a dar un tanto de aerosol a la puerta.
Eso lo hice con idea de blanquear a fin de que resultara más fácil pintarla después, aun me animé a pintar la maneta sin estar muy persuadido. ¿El resultado? puedes pasar uña o bien rascar anillo en la maneta que la pintura no brinca!
Así que creo que cuando tenga más aerosol blanco la terminaré con ese producto, con una capa fina creo que la puerta ya va a estar terminada totalmente.
Pero no nos olvidemos de las paredes. Las pinté totalmente de blanco con Bruguer, y la estancia ya parecía aun más grande!
Me vine arriba y me disparé una fotografía en modo «total white», deslumbrado por tanta luz.
Así quedó la puti-habitación con el blanquedo express:
Como me quería cargar el colorado totalmente salvé una mesa (que tuneé con aerosol, naturalmente) y suprimí el cuadro colorado. Algo de este modo comenzó a quedar el dormitorio.
Dónde se ha visto que , amante del color, quede satisfecho con esto tan blanco?
Así que mi último avance en el dormitorio ha sido pintar el cabezal con el color que decora toda la planta de invitados: blanco cerámica de Bruguer.
En un rapto y tras algún incidente pude dar color a la estancia con ese blanco roto, o bien color piedra. Prosigue sin agradarme mucho el resultado, lo veo un pelín desconjuntado. Creo que necesito renovar esos cuadros, agregar decoración y como no una funda norteña y cojines blancos.
Sigue sin persuadirme el resultado, lo veo insípido y nada acorde con mi estilo, mas tenía tantas ganas de compartir con vosotros el resultado que creo que la ocasión merecía un artículo donde pudieseis ver el enorme cambio que se puede lograr en un plis plas y con solo pintura.
