Claves para lograr una casa slow

1 | Decoración sosiega y refinada. Y con esto, no deseo decir necesariamente minimalista. Una casa puede ser slow sin necesidad de estar clasificada rigurosamente como minimalista. Se trata, eso sí, de prescindir de aquellos muebles o bien piezas que verdaderamente no aporten algo a nuestra vida, a nuestra forma de morar. La idea es crear estancias funcionales y cómodas, mas que asimismo resulten agradables y cálidas sin la necesidad estar atestadas. Despejad los espacios y dejad que fluya el aire y la luz. Quedaos con aquello que verdaderamente tenga significado y os aporte dicha.

2 | Colores relajados. La vida slow y, por lo tanto, las casas slow suelen venir acompañadas de colores que transmitan paz y calma. La gama de blancos, beige y los tonos tierra son ideales para eso. Si deseáis un hogar de pocas revoluciones, que os dé y transmita serenidad, evitad a toda costa tonalidades realmente fuertes o bien estridentes.

3 | La relevancia de la cocina. Uno de los puntos fuertes y más valorados por los adeptos al movimiento slow es el tiempo de calidad que pasamos con familia, amigos y, lógicamente, con nosotros mismos. De ahí que, todo cuanto rodea a el alimento puede ser un enorme aliado. Dad, por lo tanto, a la cocina el estrellato que merece en vuestra casa. Cocinad, preparad platos exquisitos que compartir con vuestros seres queridos y cultivad la paciencia para gozar de verdad de ello.

4 | Materiales y tejidos naturales. Madera, esparto, yute, ratán, lino… Todos aquellos materiales y tejidos que nos evoquen sensaciones cálidas, que nos hagan sentirnos más cómodos y protegidos son más que bienvenidos en el estilo slow en una casa. Incorporadlos por medio de complementos y textiles, como mantas, cojines o bien alfombras y alguna pieza o bien mueble de mayor tamaño, como mesas o bien sillas.

5 | Piezas artesanas. El planeta de lo handmade, de lo artesano, encaja como anillo al dedo en una residencia slow. Se trata de poner en valor todas y cada una aquellas piezas que están hechas a mano, que ha costado ejecutarlas, y para las que se ha invertido tiempo y cariño. Jarros o bien cerámicas de todo género, láminas o bien dibujos, tapices… Hallad al artesano que os conmueva y dejad que vuestra casa luzca algo de él o bien .

6 | Tu rincón relax. Como pasa con la cocina, en una casa slow no puede faltar una zona o bien un pequeño rincón que prácticamente sea un santuario para vosotros mismos como individuos. Esa zona de casa en la que podáis desconectar del planeta y conectar con vosotros mismos, haciendo aquello que más os agrada y relaje despacio y con calma. Puede ser una esquina de lectura, una esquina de meditación, una pequeña área chill out

7 | Plantas y vegetación. Y, finalmente, mas no menos esencial, la flora en casa. No vaciléis en agregar plantes y flores como una parte de vuestra decoración slow. Aparte de aportar lozanía y ese toque natural a los espacios, mejoran la calidad del oxígeno que respiramos en casa y nos traen buenísimas vibraciones. Además de esto, el ritual de cuidarlas y sostenerlas puede asistiros, seguro, a bajar el ritmo en el hogar y a gozar de las pequeñas y fáciles cosas que nos ofrece la vida.

Y , ¿alguno se ha propuesto conectar más con su lado slow e incorporarlo en casa?

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