He pasado bastante tiempo con mis cuadernos de bocetos Kitchin, leyéndolos, haciendo estudios a lapicero de los bocetos y escaneando cada página. Su manejo me ha hecho meditar sobre mis cuadernos de bocetos y sobre de qué manera afronto el hecho de dejar perseverancia de de qué manera veo el planeta.
Además de admirar el arte, me chifla que los cuadernos de bocetos sean una compilación uniforme. Además de uno que es un tanto más grande, todos y cada uno de los libros son del mismo tamaño y están cubiertos de lino. Firmó el interior y puso su dirección, aparte de etiquetar la cubierta y el espinazo con el año o bien años en que se llenó el libro.
Me inspiró a comprobar mis cuadernos de bocetos y a ser más siendo consciente de verlos como una parte de una compilación más extensa en vez de como libros individuales. Aún me agrada tener libros separados para diferentes medios y propósitos, mas deseo ser siendo consciente de de qué manera se relacionan entre sí en tamaño, acabado y color. Aún estoy explorando para hallar mis preferidos para hacer bocetos y acuarelas, mas los cuadernos de bocetos que más me agradan hasta el momento son el Pentalic Aqua Journal (ese papel podría ser mi preferido) y el Arteza Watercolor Journal. (Adquirí los libros de Arteza en un paquete de tres y es un diario muy asequible).
Pero deseaba personalizarlos un tanto. Conque, una tarde apacible, me tomé unos minutos para jugar con la inventiva y cambié los marcadores de cinta por una cinta que me chifla. Si te resulta interesante hacer lo mismo, es un proyecto bastante veloz y simple. Solo hay que eliminar la cinta existente…
(Oh, no me mires las uñas. Entre la guitarra y la pintura, mis manos son trabajadorcísimas).
Habrá un pequeño hueco entre el espinazo y el papel encuadernado en el que vas a poder introducir una nueva cinta.
Puede estar pegada a algo, como en el caso de la cinta de la fotografía de arriba, o bien puede estar sencillamente pegada en el espacio entre el espinazo y el papel. En todos y cada uno de los casos, pude arrancar la cinta pulcramente sin dañar el libro. Para este proyecto, usé el pegamento resistente al agua que empleo cuando reparo pinceles (puedes hallar un tutorial sobre eso AQUÍ) o bien hago mis pinceles con ramitas y pelo de cabra (puedes leer más sobre eso AQUÍ.)
Utilicé una cinta sueca tejida en azul y blanco de mi alijo y apliqué el pegamento en el extremo…
Para mayor medida, puse un tanto más de pegamento en el hueco entre el espinazo y el papel con un mondadientes…
Volví a pegar la cinta…
…y lo empujó cara abajo en su sitio con la punta de una espátula.
Cerré el libro y limpié el exceso de pegamento ya antes de anudar los libros a fin de que se secasen…
Ya está. Ahora todos y cada uno de los libros tienen bonitos marcadores de cinta adaptados.
Me sonreía a mí mientras que trabajaba en esto. Sé que semeja una pérdida de tiempo y seguramente lo sea en el sentido tradicional, mas los pequeños detalles de mi estudio importan. Deseo que mi estudio esté lleno de preferidos, hasta los marcadores de cinta de mis cuadernos de bocetos. Si se tarda entre diez y quince minutos en mudar ese pequeño detalle, entonces, ¿por qué razón no?
Si deseas más ideas para el juego creativo & rabbit trails, puedes hallar más AQUÍ.
PS – La cinta sueca cuesta unos tres dólares/yarda, con lo que es ideal para proyectos pequeños como este. Yo adquirí la mía en una tienda local, mas hallé ciertas opciones bonitas en Etsy…