¿Qué más hay en «Felices para siempre»? No hay nada en absoluto. Respira hondo, déjalo salir, mira tu nuevo hogar y sonríe, sabiendo que es todo tuyo, para tenerlo y conservarlo desde hoy, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para quererlo y cuidarlo hasta el instante en que la muerte os separe. Lo has entendido bien.