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consejos prácticos y treinta modelos para escoger

Cómo escoger sillas de comedor

La estética de la silla

Tus gustos, primero. De nada sirve tener una silla muy cómoda si no te complace o no acaba de encajar en la decoración de tu comedor. ¿Nuestra recomendación? Bucea por la red y empápate de catálogos de diferentes firmas. Haz una selección precedente. Y, ¿por qué no? Guárdate las fotografías que más te complazcan en el ordenador para poder compararlas entre sí. Y si hay algunos modelos dudosos, no los descartes a la primera. A veces, las fotografías no les hacen justicia… Solo cuando tengas claro qué te complace (y sobre todo qué no), pisa la calle: es el momento del cara a cara.

La prueba del cara a cara

Una vez en la tienda seguramente tus gustos cambien y empieces a verle protestas a esa silla que tanto te complacía en línea. Y al revés.

No te apures, el cara a cara es lo que tiene. Un consejo, no te cortes: tócala –vas a estar sentado en ella, es esencial que su tacto te guste–, levántala –si vas a moverla a menudo, es recomendable que sea manejable– y obsérvala desde diferentes ángulos y perspectivas, no te limites a mirarla de frente.

La silla debe complacerte en conjunto, aunque especialmente su trasera. Piénsalo: la mayoría de las veces es de qué forma la verás, recogida cerca de la mesa

Prueba su comodidad con calma

Te encanta. Bien, 1-0. Ahora toca poner a prueba su comodidad. Siéntate. Y no, no es suficiente con diez segundos. La gran mayoría de sillas son cómodas por un corto periodo temporal. Date tu tiempo. Si se lo dedicaste al colchón y al sofá, ¿por qué no ibas a hacerlo con las sillas? Y analiza: ¿el asiento es demasiado duro? ¿El respaldo no te recoge bien la espalda? ¿Te sientes ajustado? ¿Al estar sentado, el trasero asemeja resbalar por la silla? Valora cada uno de ellos de ellos de sus inconvenientes y ventajas. Y decide conforme tus necesidades. Si eres de los que emplea el comedor en contadas ocasiones, puedes darte el lujo de primar la estética sobre la comodidad.

Las medidas de la silla de comedor

  • Asiento. Su altura debería ser de unos 45 cm para que, al sentarte, no quedes ni muy, muy alto ni muy bajo en relación con la mesa. Lo ideal es que, sentado, las piernas formen un ángulo recto con el suelo. El asiento debería tener un ancho de unos 45 cm y una profundidad de unos cincuenta cm.
  • Respaldo. Para que sea agradable debe tener una altura de ochenta-95 cm. Evita los respaldos de más de ciento diez cm, por el hecho de que limitan la movilidad de la cabeza y de las cervicales. Un truco para saber si la altura es la idónea es comprobar si puedes pasar el brazo sobre él en una postura cómoda.

Otras consideraciones prácticas al escoger silla de comedor

  • Comodidad y más comodidad. Si lo más esencial para ti es que el asiento sea agradable, no lo dudes: apuesta por sillas tapizadas. Aparte de esto, dejan regular su estampado con otras telas del comedor, como las cortinas, y conseguir un conjunto más uniforme. Al contrario, son más sensibles a las manchas. Tenlo en cuenta, en especial si hay peques en casa.
  • Para pocos metros. Las sillas de madera o de fibras y de líneas rectas son siempre y en todo momento y en toda circunstancia un acierto. Con el respaldo en aspa, por servirnos de un ejemplo, serán más ligeras. Evita escoger diseños con brazos, habitúan a ocupar unos diez cm más que una silla frecuente.
  • Sin mantenimiento. Las resinas, el polipropileno y las sillas metálicas son una buena opción. Las nuevas generaciones de ecopieles además son de forma fácil lavables

Y ahora… ¿Quieres ir a por la mesa perfecta para tu comedor? Mira qué forma de mesa te es recomendable más conforme la distribución, la frecuencia de empleo, cuántos seáis en la familia y, naturalmente, tus gustos.

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