Para la lectora Ivana El Mueble es como su segunda casa. «La gaceta es mi líder en decoración. Siempre encuentro mil ideas para decorar algún espacio«, nos cuenta nuestra protagonista, que nos invita a descubrir su cautivadora casa en Villafranca del Castillo (Madrid).
«Ya antes de adquirir cualquier detalle o bien hacer algún cambio, echo una ojeada a la gaceta. En un plisplás tengo el móvil infestado de fotografías con tendencias y el sello de El Mueble. Se las paso a mis amigas y en un instante solventamos el planeta», explica Ivana.
La casa de la lectora mide trescientos m2 y prosigue un estilo tradicional y muy elegante con un jardín de ensueño. Siempre y en todo momento había soñado tener un can que creciera con sus hijos. Y esa ilusión se cumplió. Lleva veinticuatro años casada con su marido y sus 3 hijos han gozado de los 3 perros que han tenido durante este tiempo.
A finales de febrero inauguran la época de paellas y barbacoas, hasta el momento en que llegan las primeras lluvias del otoño. «El jardín es el sitio excelente por antonomasia para toda la familia. ¡Lo gozamos mucho!», cuenta Ivana.
Cuando se trata de decorar, su marido no pierde detalle alguno. Le chifla opinar sobre colores, tejidos y formas. «Reconozco que tiene buen gusto, mas nos cuesta ponernos conforme en temas como el largo de las cortinas o bien la altura de los cuadros… ¡Le encanta la decoración!», confiesa la lectora.
En casa todos son independientes. Cada uno de ellos tiene predilección por una determinada estancia. Por servirnos de un ejemplo, la de su marido es el salón: «un puro y una buena película, al lado de la chimenea, se transforman en un ritual prácticamente indispensable en su día tras día», explica Ivana.
Quien confiesa que su rincón preferido es la cocina: ¡le apasiona! La rehabilitaron cuando nació su hija pequeña y pasaron mes y medio con un hornillo en el garaje, donde pusieron una cocina portátil. Mas mereció la pena, por el hecho de que el resultado es fabuloso. La cocina es extensa y lumínica. «Cuando vienen mis amigas jamás salimos de ella. Un café, un refresco… pasamos horas charlando cerca de la isla», comenta.
Llegamos al dormitorio, es caluroso y agradable. Tiene un fantástico ventanal desde el que se aprecia un paisaje infinito. Acá, el campo es el único protagonista. Es el sitio idóneo para relajarse con música o bien con un buen libro entre las manos en la silla tradicional tapizada.
Las habitaciones de los pequeños son muy espaciosas, con lo que aprovechan para gozar de sus hobbies. A Ivana le chifla pasearse por sus cuartos un domingo cualquiera, para poder ver a la mayor tocar el piano, al mediano jugar con sus juegos para videoconsolas y a la pequeña liada con sus pinturas.
Nos despedimos de ella con la ilusión de descubrir como, generación tras generación, proseguimos ayudando a nuestras lectoras a hacer sus sueños realidad.