El regalo de aniversario más singular de la lectora Belén llegó con la subscripción a la Gaceta El Mueble. Sus amigas, que la conocen realmente bien, sabían que solo le faltaba un pequeño empujón deco para que «su pato feo se transformase en cisne», como misma explica.
Belén se terminaba de mudar a un piso de noventa m2 en la zona alta de Barna, con una ubicación privilegiada. ¡Era un octavo piso! ¿Te lo puedes imaginar? La Sierra de Collserola surgía a sus pies. Solo había un pequeño problema: la edificación estaba en obras y un enorme andamio con telas manchaba las bonitas vistas.
Pero por fin, llegó el día. Tras meses de estruendos y polvo, el andamio desapareció. «Teníamos tantas ventanas que estábamos preocupados por no poder colgar cuadros. Mas cuando terminó la obra, descubrimos que tener la sierra de fondo es, indudablemente, la mejor obra de arte: un espectáculo que no nos cansaremos de mirar», confiesa la anfitriona.
La terraza de Belén es una genuina joya. La usan como un segundo salón-comedor pues da el sol toda la tarde. «La luz que atraviesa el piso es un placer diario y a lo largo del confinamiento, fue una genuina bendición», cuenta.
Los muebles de exterior son de madera obscura y los cojines naranjas y blancos del banco combinan con su pequeño frutal. ¿Sabías que los naranjos en maceta son excelentes para cultivar en terrazas?
En el salón, la decoración asimismo es súper cálida y envolvente. Una mesa redonda y extensible, con 4 sillas, frente al ventanal y una mesa de madera, con patas negras de aire industrial, se transforman en las protagonistas del espacio.
¿Y qué nos afirmas de la enorme estantería blanca con la tele integrada? ¡Qué buena idea! Fíjate en cuántos ejemplares de El Mueble le caben acá… Ya cara el corredor, una consola de madera a juego con la mesa mantiene unas damajuanas de herencia que misma restauró. Y un enorme espéculo blanco, que todavía rebota más la increíble luz del salón.
La cocina es pequeña y compacta. Belén ha aprovechado cada milímetro de espacio y ha puesto una alfombra vinílica de losas hidráulicas bajo el fregadero. En la zona del office, una mesa de cristal reciclado con una enorme lámpara de fibras y sillas, asimismo de herencia.
¿Otro truco deco? Tanto este cristal como el del espéculo del salón son recuperados. ¡Los habían dejado en la calle! Desde el recibidor vemos que no es un piso pequeño, mas tampoco demasiado grande. «Quitamos puertas, pintamos las paredes de blanco y cambiamos el parquet«, especifica Belén.
Y continúa: «Las habitaciones están amuebladas con mucho cariño. Aprovecho ideas, trucos, distribuciones, estilos de la gaceta». ¿Su truco para remodelar un piso de alquiler? Utilizar muebles de Ikea accesibles, prácticos y simples de renovar. Las cómodas del dormitorio son el mejor ejemplo.
El orden en este piso es un básico. Los 2 peques de la casa no ponen las cosas simples con lo que uno de los desafíos de Belén ha sido «crear un muro de contención en su zona», confiesa. Y es que, como bien afirma, «si bien este piso desde entonces no es perfecto (le faltan unos pocos metros y… ¡Tiene gotelé!) estamos verdaderamente enamorados de él».