¿Comemos fuera? En verano esta pregunta es una de las más frecuentes. Y la contestación, siempre y en toda circunstancia y en toda circunstancia es sí. De este modo sea en un pequeño jardín, bajo la pérgola, a la vera de la piscina o bajo un techo de aromatizadas glicinas… Cualquier rincón al aire libre puede ser el lugar perfecto donde poner el comedor de exterior.
Y, como más vale una imagen que mil palabras, compendiamos determinados bellos comedores de verano de los que podrás extraer muchas ideas y asimismo inspiración.
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En plena naturaleza o rodeados de plantas, también se agradece algo de sombra, ¿qué mejor que comer bajo la sombra que da un árbol? Las mesas se arriman a ellos y se ponen justo bajo las ramas más frondosas. ¡Qué listas! De esta manera las sobremesas pueden hacerse eternas. Pero, a falta de árboles, las pérgolas, las enredaderas o los techos de madera y parra resultan del mismo modo embriagadores y efectivos.
Estos son los escenarios perfectos en los que edificar recuerdos: desayunos en familia los fines de semana, comidas con amigos que enlazan con una cena frugal, cenas bajo las estrellas con eternas conversaciones… En verano, ¡vive al aire libre!
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