La decoración natural además de esto se extiende a los estilismos de las habitaciones de nuestros peques y es un acierto.
Ya hemos comentado en ocasiones las ventajas estéticos y ornamentales de crear un ambiente neutro donde juegan, duermen y pasan el tiempo los más pequeños (no solo ornamentales, creemos que para el bienestar de ellos, además de esto es ventajoso morar en espacios con decoraciones dulces).
Habitaciones como esta, en el ático, con ese techo inclinado, las vigas vistas, la ventana en el tejado y el caluroso suelo de madera natural, vestido con una alfombra de pelo largo mullidita, invitan a pasar horas ahí, gozando reposadamente del juego.
Como veis, no existen muchos elementos para el tamaño de la habitación y los que hay, cama, cómoda, estantería, mesa con sillas y textiles se han escogido en color blanco o bien madera muy clarita, a fin de que nada sobresalga y todo sea una parte de un espacio ligero, de tonos claros.
No os perdáis el resto del ático norteño de ciento cuarenta y nueve m² pues es increíble con esa gran altura al techo y las vigas de madera. Hay unas partes de la residencia, en el salón por ejemplo con ese panelado de madera en la pared, que nos transporta a una casa rústica en el campo ¿no creéis?
Maravilloso poder vivir en el centro de una enorme urbe en una residencia como esta ¿qué más os agrada? ¡feliz martes!
Vía: Alvhem
