Fernando Salas, converger en emociones

“Te voy a obsequiar algo que va a permitir empezar nuestra conversación”, me afirma el interiorista Fernando Salas tras recibirme en su casa en el distrito de Gracia (Barna). Espero, dejo mis cosas y me siento. Fernando viene con un libro. Se trata de Light Off, edición de la que Fernando es autor. Un documental fotográfico en blanco y negro de los toros en el contexto del último año de la Monumental de Barna con la que el creador pretende dar una visión respetuosa, ideal, muy elegante y seria de este tema.

Fernando Salas, confluir en emociones
El interiorista y diseñador Fernando Salas

Testimonios de este mundo

Fernando Salas es uno de los interioristas y diseñadores más reconocidos de España, tiene una trayectoria refulgente, ha ganado distintos Premios FAD y sus proyectos para espacios comerciales (Camper, Roberto Verino, Tascón…), hoteles, oficinas o bien los interiores de las bodegas Vega Sicilia, “para mí el mejor vino de España” —me dice— son ciertos tantos proyectos que ha efectuado en su dilatada carrera.

“Yo desde muy pequeño he ido a los toros. Entonces cuando iban a cerrar la Plaza en Barna, he dicho debo ir. Yo siempre y en toda circunstancia he hecho fotografías, de una forma, sin intenciones, pues me apetecía”, me cuenta Fernando. Y prosigue explicándome el motivo del libro: “Tengo que dejar testimonio en este planeta de una cosa que tiene algo horrible que es el sacrificio de un animal, mas entonces, tiene muchos valores que quizá están un tanto obsoletos: el sacrificio, el riesgo… a propósito del peligro que te puede generar la muerte estás simpatizando con un montón de gente…”

“Luego hay una cosa muy mágica: cuando todo se concentra en un punto, termina concentrándose muchas energías como sucede en las pirámides. En la plaza de toros, que es circular, hay un punto central que se mueve mas todo el planeta converge en una emoción. Eso no es banal, ahí pasa algo. Quizá pasa en el futbol o bien en un concierto… hay una sintonía de emociones y eso produce una energía. Y eso lo he sentido. Si eres entendido ahondas considerablemente más, te fijas en matices. Fuera del espectáculo está el planeta del matador, el planeta del ganadero y del toro en el campo que es apasionante… Con el esfuerzo que crían un animal para entonces sacrificarlo. Es un contrasentido”.

Fernando Salas, confluir en emociones
Lights Off, Fernando Salas

Los matices de la vida

“Es parte de mi vida que acá es un tanto inconfesable mas que a mi me ha servido para comprender las luces y las sombras, los matices, los colores, el brillo, el oro, un personaje que es de otra temporada, un príncipe, un rey”, afirma el interiorista natural de Sevilla. “Es un planeta que no lo defiendo mas que no lo puedo censurar pues estoy metido desde pequeño y no puedo abandonar. Sería una traición. Mis hijos no van a los toros, no he hecho apología, mas a mi me ha hecho con una mirada diferente como interiorista o bien diseñador”.

“A mi ese planeta me enganchó desde pequeño y he tenido amigos toreros, amigos ganaderos… he vivido el planeta completo. Estar cerca del matador, en jornadas de éxito y en otras que no. Cuando el matador triunfa, se llena la habitación de gente. Si no triunfa, solo está su amigo y el matador te afirma, Fernando cenaremos por ahí… y sale a la calle y es un Don absolutamente nadie. ¿De qué forma puedes aceptar la gloria y la nada?”, medita.

“Yo he toreado hace bastante tiempo. Comencé a torear a los treinta años y paso miedo… Qué hago acá jugándome la vida por nada… Y tiene esa historia de superar el temor. El toro pesa ciento cincuenta o bien doscientos kilos… comprendo a quienes hacen parapente, montañismo, la adrenalina que genera”.

Fernando Salas, confluir en emociones
Interior de la sala de barricas de la bodega Vega Sicilia

Las experiencias personales llevadas al terreno profesional

¿De qué forma has llevado esta experiencia a tu trabajo de interiorista? —le pregunto a Fernando—. “Sería inseparable una cosa de la otra”, responde. “Yo afirmaría que sí pues entro a una plaza de toros y creo que todos y cada uno de los elementos tienen una funcionalidad absoluta: el grueso de la madera por el golpe, la distancia que hay en el burladero, el color amarillo de la tierra sevillana, una tierra compacta en la que el toro se sujeta bien… es tal y como si se hubiese desarrollado mas tiene tradición. La plaza de toros no deja de ser un foro de discusión romano, esa forma circular produce una equis distancia… Todo ese género de cosas a mi me han servido de manera inconsciente en mi trabajo”.

“Los colores, esos colorados, la tipografía de los burladeros con una letra muy inteligible, en mayúscula, sin intenciones. Las 12 unas partes de una plaza, la bandera que señala si hace viento, los tonos de los pelos del animal, su morfología, los pases del matador no dejan de ser una coreografía, el matador precisa resultar airoso, componer una situación plástica suave, armónica de una situación fuerte… si está bien hecha es una obra de arte… Hay tanto material para comprender, es un planeta inabarcable. He tardado sesenta años en entenderlo…”

Fernando Salas, confluir en emociones
Tienda Tascón, Diagonal, Barcelona

Un regalo inesperado

Profundizando más en el terreno del interiorismo, Fernando confiesa que “cada trabajo es una nueva ocasión de mostrarme a mí que he encontrado la mejor solución. El interiorismo no es como la obra de un pintor que si me agrada lo pongo y sino más bien, no. En el interiorismo debe tener una funcionalidad. Yo he hecho muchas tiendas, aun franquicias y sé que en lo que no puedo fallar es en que el producto no quepa, no se vea bien, que no sea accesible; el producto debe revalorizarse”.

“A mi la palabra armonía me semeja tan esencial en la vida y para todo pues significa calma, equilibrio, paz… así sea una cosa cromática o bien de volumen o bien de forma. La armonía es lo que más me preocupa y es lo más bastante difícil de supervisar pues, en un proyecto, inciden tantas cosas para llegar a ella: la luz, los materia, los colores, las formas…”

“Yo creo que los diseñadores tenemos la posibilidad de hacer regalos inopinados al usuario. Yo creo que esto es, al final, lo que el cliente valora. Esas cosas que no vienen en el encargo mas que le has resuelto. Esa es la diferencia entre ser profesional y no”.

Fernando Salas, confluir en emociones
Restaurante Ikea

Nos vamos acercando al final de nuestra charla, Fernando me explica los cambios que ha hecho en su casa. “Este es mi cosmos, lo tengo todo aquí”, comenta. A causa de una fotografía bella que veo de pequeños jugando en verano, tomada por él cuando sus hijos eran pequeños, me afirma que tiene un hijo economista y una hija sicóloga. Me enseña su pequeño taller donde ha desarrollado unas lámparas con materiales reciclados “que dan una luz muy bonita”. Charlamos del moblaje que lleva su firma, de Paquito que era el nombre de su can. Me afirma que nació en el mes de diciembre, que es de sagitario, “un signo idealista”. Se ríe, hace gracietas, es irónico… Le acerco el libro que me ha regalado y le solicito que me lo firme. Cuando lo abro leo: “A Jazmín que le conté más de un secreto. Con cariño, Fernando”.

Fernando Salas, confluir en emociones
Vivienda en El Monseny
Fernando Salas, confluir en emociones
El Molino, Barcelona
Fernando Salas, confluir en emociones
Butaca Paquito
Fernando Salas, confluir en emociones
Taburete Freddy

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