Genial, audaz, inspiradora, atrayente, singular, colorista… estos adjetivos y varios más merece esta casa familiar construida en los años sesenta con un muy claro sabor midcentury modern. Que uno de sus dueños sea arquitecto técnico y también interiorista cobra todo el sentido cuando ves cada estancia con calma. Nada es casual ni se ha hecho sin meditar. Todo casa, tiene un sentido funcional o bien estético. No hay nada más que fijarse en el suelo de la cocina creado con piezas de mármol de diferentes colores, pulimentado hasta reflejar el techo que, en la zona del office se vuelve como un juego de reflejos merced al techo gris con una laca refulgente. Verdaderamente inusual lo mires por donde lo mires.

Fotos: Nathan Schroder · Interiorismo: Maestri Studio via AD