Efectivamente, este piso lleno de arte moderno y piezas icónicas de moblaje y luminarias del siglo veinte está en una altura de veinticinco pisos sobre el nivel de la calle y goza de una visión prácticamente circular de su ambiente en la urbe de Los Angeles. Su agraciado dueño es según parece un enorme coleccionista de arte y eso queda patente con los cuadros y estatuas que están ¡¡ hasta en exactamente la misma cocina!!. No deseo ni imaginar la cara del galerista que le vendió las piezas cuando explicó cuál sería su destino final :). Lo que más me ha agradado ha sido esta gran pieza donde se mezcla salón, entrada, cocina y en el fondo se entrevé el despacho. Uy, quién pudiese.
Interiorismo: Jane Hallworth