Azul obscuro, blanco y sutiles toques de rosa empolvado y asalmonado conjuntados con negro y madera clara sirven para vestir de elegancia y femineidad este pequeño piso de prácticamente 50m2 ubicado en las afueras de la ciudad de Moscú y con unas envidiables vistas del ambiente. La distribución es idónea para extraer del espacio todo cuanto es capaz de dar y aprovechar al límite la luz natural. El sofá se oculta tras un cerramiento que se transforma en cabecero de la enorme cama, las cortinas cubren paredes y ventanas creando un efecto agradable y algo teatral. Los azulejos relucen, las curvas se multiplican y la serenidad reina por todas partes. Una exquisitez.
Fotos y también Interiorismo: Katya U Interiorismo