Últimamente estoy descubriendo el trabajo de un montón de interioristas franceses. Tras ver un montón de porfolios, he llegado a la conclusión de que hay cuando menos 3 grandes estilos ornamentales en rema en Francia el día de hoy en día: uno más tradicional y exclusivo, que apuesta por unos interiores con piezas aparatosas y poderosas, antigüedades con solera, con mucho dorado, superficies refulgentes y ricas lonas, que me agrada llamar el château actualizado; otro que apuesta por una paleta de colores fuertes y con personalidad, con mucho azul y verde oscuros, terracotas y rosas conjuntados con blanco, cerramientos de cristal y metal lacado en negro, madera clara, funcionalidad y un lujo muy mesurado que me agrada llamar el estilo bloques de color (pienso en Sarah Lavoine, por servirnos de un ejemplo) y después el tradicional y siempre y en todo momento atractivo campiña francesa que vendría a ser algo muy similar a esto, con muebles artesanales y gastados, piezas viejas sin apenas restaurar, una apuesta por la sencillez, los textiles naturales, un aire relajado y muy caluroso que se semeja a los interiores escandinavos… Es en este último donde encajaría estas 2 residencias que originalmente eran una sola y que estaba prácticamente en ruinas. No tienes más que hacer click en el link del final para poder ver el ya antes y desvariar un tanto. Entre medias te he dejado una fotografía del ya antes como “avanzadilla”. 

Aquí tienes esa ventana al “antes”


Y acá un espéculo muy afín a los del Bazar Vintage&Chic

Interiorismo: Studio Annabelle B.