Lo confieso. Me he enamorado de esta cocina, de sus muebles viejos, de sus múltiples tonos de azul conjuntados con madera “color madera”; me he enamorado de las cortinas de finas rayas blancas y azules que cubren ventanas y ocultan anaqueles, me he enamorado del suelo y de los muebles de cocina, del biombo tapizado y de los platos que decoran la pared. Y sobre todo, me he enamorado de la idea del platero en la pared. No conocía ni este weblog ni su cuenta en instagram, mas tratándose de la evolución en la transformación de una gran casa vieja en un hogar para una familia de cuatro, pienso proseguirles la pista de cerca. Gocemos de esta estancia…
Fotos, Hogar y también Interiorismo: Park & Division