
De verdad. Esta casa me tiene fascinada. Empiezo la visitante por este dormitorio en tonos verde y infeliz fielmente forrado con un estampado increíble (y casi de sensación estroboscópico ;)) de Pierre Frey, porque, qué quieres que te diga, entre las butacas cisne, ese estampado tan singular que tan admisiblemente combina con el suelo de terrazo pulido que viste toda la casa y las lámparas de mesa con piñas que me recuerdan a las de la Maison Charles, es llamativo, divertida, atrevida y bellísima. Pero en esta vivienda hay mucho más. Por acontecer hay un cocodrilo de metal, moscas de latón, dos leopardos mirando a cámara, un cuervo picoteando el suelo, un mandril pintado, una jirafa de mimbre y un galería… de verdad. Espero que te guste!





















Fotos: Kris Tamburelllo · Interiorismo: Harry Heismann