La excavación de zanjas y la instalación de sistemas de drenaje son dos tareas imprescindibles a tener en cuenta en cualquier plan de renovación de una vivienda, espacio comercial o infraestructura. Y es que son fundamentales para consolidar unos cimientos sólidos y un círculo sin humedad. Continúa leyendo si quieres memorizar más sobre qué son y para qué sirven estas labores, así como para conocer las mejores prácticas para que tu remodelación sea todo un éxito.
La importancia de la excavación de zanjas y el drenaje
Un plan de construcción o rehabilitación ha de contar siempre con un plan para encargar las aguas pluviales y subterráneas que puedan acumularse en torno a de los cimientos de la vivienda o infraestructura. Es por ello por lo que la instalación de un buen sistema de drenaje resulta imprescindible para que el plan sea seguro, saludable y duradero. Y es que si no se ejecuta correctamente, las aguas acumuladas en los cimientos pueden dar empleo a una humedad excesiva, filtraciones y, en el peor de los casos, daños estructurales. Así, se corre el aventura de que el suelo se erosione y se formen charcos, arruinando la estética del empleo.
Del mismo modo que los sistemas de drenaje, la excavación de zanjas todavía resulta imprescindible para que cualquier plan de construcción o renovación sea un éxito. La excavación de zanjas garantiza el funcionamiento espléndido de todo tipo de infraestructuras en lo que se refiere a servicios subterráneos. Y es que tienen la función de mantener la instalación de nuevos sistemas de tuberías de agua, electricidad o gas de forma subterránea, así como de dar acercamiento a la reparación de los mismos en cualquier momento presente o futuro.
Mejores prácticas para la excavación de zanjas y drenaje
Como sucede en cualquier tarea de construcción o renovación, el primer paso a la hora de enfrentarse a un trabajo de excavación es admitir a término una planificación detallada.
Así, antiguamente de ponerse a excavar zanjas o a instalar sistemas de drenaje, es necesario realizar, entre otras cosas, estudios geotécnicos e hidrogeológicos que permitan saberlo todo sobre las características del suelo en el que se asienta la vivienda o infraestructura, así como emplazar y analizar las posibles fuentes de agua subterránea cercanas. Esta tarea facilitará en gran medida el trabajo posterior.
Una vez superada la período de planificación de la excavación, con toda la información sobre la mesa, es hora de definir qué herramientas, materiales y fortuna humanos serán necesarios para llevarla a término. Un aspecto que, como es sensato, siempre dependerá del tamaño del plan y de la dificultad del mismo. No obstante, si poco es claro en este tipo de tareas es que será necesario gastar m
aquinaria pesada. Equipos diseñados especialmente para este tipo de trabajos que contribuyan a ganar la máxima eficiencia y que garanticen la seguridad del personal y del entorno.
Ejemplo de equipos imprescindibles para admitir a término estas tareas son las miniexcavadoras. Estas máquinas son pequeñas, maniobrables e ideales para realizar diferentes trabajos como zanjas en obras de saneamiento o espacios verdes, nivelación, excavación, elevación o excavación. Incluso son perfectas para desarrollar sistemas de drenaje gracias a su precisión y capacidad para trabajar en todo tipo de entornos, incluso aquellos que ofrecen una movilidad limitada.
Asimismo, contar con una miniexcavadora en un plan de este tipo es un proceso sencillo y accesible para todos los bolsillos gracias a las distintas formas de adquisición que existen hoy en día. Si el trabajo solamente se desarrollará de forma puntual, no conviene apoderarse la máquina en propiedad pues no tendrá suficiente uso para justificar su inversión. No obstante, alquiler miniexcavadoras
es un trámite sencillo y que no requiere de una gran inversión. Optando por esta modalidad, te estarás haciendo con un equipo de elevada potencia y un rendimiento magnífico
a un precio imperceptible, sin tener que preocuparte por gastos imprevisibles e incluso su mantenimiento. Adicionalmente, las miniexcavadoras están especialmente pensadas para desarrollar trabajos en espacios reducidos y zonas de difícil acercamiento, así como trabajos de movimiento de tierras.
Por norma genérico, una máquina miniexcavadora incluye una cabina amplia y espaciosa que garantiza la máxima eficiencia, aportando al operario un plus de comodidad a la hora de trabajar. A esto hay que sumarle su capacidad de excavación y su visibilidad 360 grados, que aportan una utilidad extra. Así, la maquinaria designada para admitir a término el plan sería la indicada para ganar el éxito en el beocio tiempo posible.
Factores a tener en cuenta durante la excavación
En el momento en el que se comienza con la excavación, tras realizar la planificación previa, todavía se han de tener en cuenta distintos factores para que todo salga según lo previsto. Resulta imprescindible estudiar las leyes ambientales y regulaciones locales antiguamente de comenzar a trabajar. Y es que algunas áreas están sujetas a restricciones sobre la excavación o manejo de aguas residuales, exponiéndose a multas o problemas legales quienes no cumplan con lo establecido.
Seguidamente al ampliación del trabajo, es recomendable poner en marcha un plan de mantenimiento que garantice el buen funcionamiento de las tareas realizadas con el tiempo. Estas labores de prevención ayudarán a que no se den obstrucciones y serán fundamentales para consolidar que el sistema de drenaje continúa protegiendo la edificación del agua y la humedad.
